La Gran Depresión de Estados Unidos… pero… ¿cómo llegó este revolú a Puerto Rico? Puerto Rico, oficialmente Estado Libre Asociado de Puerto Rico, es un territorio no incorporado de los Estados Unidos con estatus de autogobierno. Puerto Rico fue colonia española desde la llegada de Cristóbal Colón en 1493 hasta 1897, y provincia española de ultramar de 1897 hasta la Guerra hispano-estadounidense de 1898. Cuatro siglos de administración española dieron lugar a una cultura hispanoamericana, siendo el Idioma español y la religión católica sus elementos más distinguibles. Los españoles construyeron numerosos fuertes, iglesias y otros edificios de uso público, comercial y residencial, así como puertos, faros y carreteras. Durante más de tres siglos, Puerto Rico estuvo comunicada con la península ibérica por medio de convoyes de las flotas de Indias que unían Cádiz y San Juan una vez al año.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses desde 1917, cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley Jones. Aunque su relación con Estados Unidos es similar a la de un estado de la Unión y se le permitió la redacción de una constitución para el manejo de asuntos internos, está sujeto a los poderes plenos del Congreso estadounidense mediante la Cláusula Territorial. Esto significa que el poder de ejercer su soberanía recae en el Congreso de los Estados Unidos y los poderes existentes en la isla, al no gozar de protección en la constitución estadounidense, son revocables.
Los puertorriqueños no pueden votar en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, a menos de que dispongan de residencia oficial en alguno de los cincuenta estados o en el Distrito de Columbia. Si es así, pueden trasladarse a su lugar de residencia y votar presencialmente o utilizar el procedimiento de votación por ausencia.
por Rachel Betancourt Ocasio
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